Según explicó el presidente de la CMT, Carlos Bustelo, en la presentación de su Informe Anual 2002 que tuvo lugar en Santiago de Compostela, "el mercado de las telecomunicaciones se ha contraído y sus expectativas en el corto plazo no son demasiado claras".

Asimismo, aludió a algunas de las resoluciones recientemente dictadas por el organismo, manifestando que "responden a la oluntad de seguir auspiciando un marco de efectiva competencia en el sector, que permita a los usuarios empresas y ciudadanos disponer de alternativas reales para la contratación opcional de servicios equiparables en prestaciones y calidad".

"Algo que, entre otras cosas, requiere una apuesta decidida de todos los operadores por el desarrollo de nuevos modelos de negocio, riesgo inversor y márgenes normales, entendiendo por tales los que rigen en el ámbito de los negocios: esto es, tan alejados de los xuberantes de la década de los 90 del siglo pasado como del límite a partir del cual se hace dudosa la recuperación de la inversión", añadió Bustelo.

Finalmente, consideró que la regulación en el sector "está obligada a ser activa", si bien "deberá acabar ejerciendo un efecto neutral" sobre el mercado. "Se equivocan quienes plantean sus estrategias y planes de negocio tomando la regulación como eje central", concluyó Bustelo.

En el informe, el regulador destaca que el año pasado el mercado de telcomunicaciones volvió a mostrar por segundo ejercicio consecutivo un estancamiento en sus cifras de tráfico y ingresos, mientras que el volumen de facturación de los operadores de comunicaciones fijas experimentó un crecimiento "escueto" del 1,7% con una reducción de inversiones de un 20%.