Esta medida fue aprobada el pasado 6 de abril por el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio y ahora ha recibido el visto bueno del organismo regulador.

Para que el consentimiento verbal sea válido debe estar verificado por un tercero, es decir, por una empresa de servicios independiente al operador beneficiario del cambio de compañía.

Esta empresa de servicios deberá cumplir con el requisito de no formar parte del mismo grupo de compañías que el operador beneficiario ni estar participada por empresas de su grupo económico.

Además, no podrá prestar otros servicios distintos a la verificación por tercero al operador beneficiario ni servicios de comunicaciones electrónicas, y no podrá recibir incentivos por la verificación positiva.

La Comisión subraya que España es uno de los países europeos donde el trámite de portabilidad es más corto (cinco días para las líneas móviles) y donde más cambios de operadores se producen al mes (100.000 en líneas fija y 300.000 en telefonía móvil).

La posibilidad de contratar verbalmente un servicio de telecomunicaciones ha sido posible desde mediados de 2004, cuando se aprobó una circular para tramitar la preselección de operador.

Sin embargo, en los procesos de cambio de operador fijo y móvil conservando el número y en los servicios mayoristas regulados de banda ancha era necesario que las solicitudes incluyeran un escrito del abonado dirigido al operador del que pretendía darse de baja.