Esta semana, dos importantes instituciones científicas oficiales en Gran Bretaña hacían la recomendación de aprobar la clonación de embriones humanos en los primeros estadios de su desarrollo con fines exclusivamente médicos, entre ellos salvar la vida de personas que esperan trasplantes en un futuro. Las críticas a tal propuesta no se han hecho esperar, apelando a razones morales.

"Esto posibilitaría a la tecnología británica acelerar el día en que lo clones humanos se transformen en realidad", lamentó Patrick Dixon, cuyo libro "Futurewise" advierte sobre ciertas amenazas en el campo de la investigación médica.

Dixon declaró a la cadena BBC que, una vez que la clonación es posible, sería muy simple el hecho de producir clones humanos totalmente formados con tan sólo implantar el embrión en el útero de una mujer. No obstante, este científico cree que la clonación no es moral. "Habría enormes consecuencias emocionales para el niño en el futuro: su pdre puede ser su propio hermano, su madre su cuñada", criticó Dixon.

Dixon y otros muchos hombres de la ciencia en Gran Bretaña han hecho un llamamiento a nivel mundial para frenar este tipo de investigaciones, teniendo en cuenta las implicaciones y los riesgos que conllevan.

Patrick Dixon, que además es presidente de la Comisión Consejera sobre Genética Humana en este país, recomienda elaborar un informe conjunto con la Autoridad de Fertilización y Embriología donde quede muy claro que "la clonaión humana no se producirá".

Un miembro del Parlamento, Colin Campbell, se ha manifestado también en contra de estas investigaciones con embriones. "No queremos la clonación humana, el Parlamento británico está en contra y, además, una consulta entre la población dio como resultado que un 80% de la gente tampoco está de acuerdo", dijo.