En esta plaza diseñada por el arquitecto Ascanio Vitozzi, en 1584, por expreso deseo del rey Carlo Enmanuel I, se desarrolló un programa en el que los cinco sentidos fueron los protagonistas de la ceremonia final que tuvo una duración de casi dos horas.

El cierre de los juegos estuvo compuesto por el desfile de las banderas de los equipos participantes, en el que la abanderada española fue la esquiadora más joven del equipo, Anna Cohí, así como por diferentes actos de baile, luz y sonido.

Por su parte, el presidente del Comité Paralímpico Internacional, Phil Craven, pronunció las palabras de clausura y entregó la bandera paralímpica a los representantes del Comité organizador de los Juegos que se disputarán en Vancouver en el año 2010.

Un castillo de fuegos artificiales dio paso al concierto que puso colofón a la fiesta y que corrió a cargo de Patti Smith.

La ceremonia fue seguida por numeroso público, entre el que se encontraba la Ministra de Educación y Ciencia, María Jesús San Segundo, que durante dos días apoyó a los deportistas paralímpicos españoles en esta edición de los juegos en la que participaron 520 deportistas de 40 países.