Con ese fin, la directiva amplia a seis meses el derecho a residencia en un país comunitario distinto al propio sin tener que solicitar ningún permiso y reconoce la residencia pemanente sin ninguna restricción al cambio de cuatro años.

Para residir en un país comunitario durante seis meses, bastará con tener algún tipo de documentación oficial, como el carne de identidad o el pasaporte.

Por lo que se refiere al deercho a residencia permanente, la Comisión Europa opina que cuatro años es un periodo suficiente para la integración plena en el país de acogida.

El comisario de Justicia e Interior, Antonio Vitorino, señaló que la directiva pretende consolidar una base legl uniforme para el ejercicio de la ciudadanía en la Unión Europea.