Campuzano aseguró que la comparecencia del ministro en el Congreso de los Diputados "llega tarde" y que su gestión ha ido "a remolque" de los sucesos en las costas españolas.

Tras la crisis de Ceuta y Melilla y el mayor control de su frontera, subrayó Campuzano, se debería haber intuido que la presión se desplazaría, y el Estado tiene mecanismos para poder preverlo.

Denunció también la "falta de cooperación institucional" y una gestión que está dando a los ciudadanos "la sensación de que el Gobierno es incapaz de controlar la realidad migratoria".

Recordó que CiU reclama desde hace tiempo un pacto de Estado porque sin un acuerdo político de fondo será imposible responder adecuadamente al reto de la inmigración y que la cooperación entre administraciones funcione adecuadamente.

Aunque la principal responsabilidad de buscar ese pacto es del Gobierno, Campuzano dijo que también corresponde al PP, del que los ciudadanos no esperan "que hable de Rafael Vera", como hizo la diputada popular Ana Torme en su intervención.

La intervención de Torme, dijo Campuzano, "ha rozado lo deprimente" desde el punto de vista de lo que CiU esperaba de su respuesta al Gobierno.

Aunque lo más grave está sucediendo en Canarias, Campuzano pidió al Gobierno una reflexión sobre la eficacia en el control de las fronteras terrestres y aéreas.

Reclamó también un replanteamiento "de fondo" de la política de traslados porque, en su opinión, ahora consiste básicamente en confiar en que los inmigrantes "se diluyan" en las grandes ciudades o se vayan moviendo.