Tras una nueva reunión, las dos formaciones nacionalistas también marcaron el llamado giro autonómicocomo máxima prioridad de su política y reiteraron la confianza en Pujol como mediador ante el Gobierno.

CiU dio hoy por cerrada la polémica surgida después de la división de voto en el Senado sobre el uso del catalán en esta cámara, tras el nuevo encuentro entre los dirigentes de ambos partidos con el fin de resolver su crisis interna.

El portavoz de Convergència Democrática, Pere Esteve, consideró que el objetivo de esta nueva reunión era potenciar el comité de enlace como marco de debate de la oalición y expresar el apoyo al Gobierno de la Generalitat y a Jordi Pujol para que negocie con Felipe González la ampliación de la autonomía para Cataluña.

En su opinión, "se resuelve la cuestión de que la coalición debe trabajar cohesionada, y cuando haya temas absolutamente prioritarios, que se pueda tener la absoluta garantía de la cohesión, ya que se recurre a la máxima instancia que tiene y que sin ninguna duda por las dos partes es el presidente de la Generalitat".

Por su parte, el presidete del comité de gobierno de Unió Democrática, Josep Antoni Duran Lleida, indicó que su partido asumía el papel dirigente de Pujol en la negociación del giro autonómico "de acuerdo con las decisiones que se tomen en los dos partidos".