Si hace tan sólo un mes la tesis era celebrar autonómicas antes de fin de año y dejar que Felipe González convocara las generales en la primavera próxima, las prioridades se han invertido a raíz de las elecciones del 28-M.

Ambos partidos parten en sus análisis, explican las fuentes consultadas, del hecho "incuestionable" de que los catalanes van a pasar factura a CiU por su colaboración con los soialistas, ya que sobresalen los escándalos por encima de los beneficios del apoyo al PSOE en Madrid.

Establecida esta premisa, dicen, se trata de conseguir que el impacto sea menor o por lo menos, "donde menos duela". Un orden de prioridades que sacrifica el grupo parlamentario en las Cortes ya que, argumentan, perder "dos o tres" diputados de un total de 17 es menos grave que perder la mayoría absoluta en el Parlament de Catalunya.

Ya no hay acuerdo en los principales proyectos de ley: Ley del Cble y Ley de Comercio. Además, los socialistas ni siquiera han admitido a trámite la proposición de ley de CiU para modificar la Ley de Costas y mañana, viernes, el Consejo de Ministros puede remitir a las Cortes la reforma de la Ley del Aborto, que es motivo de ruptura del pacto, según los democristianos de Unió.

UNA O VARIAS REUNIONES

Jordi Pujol y Felipe González mantendrán una o varias entrevistas antes del 17 de julio, fecha en que se reunirá el Comité de enlace de CiU y, previsiblemente, dará or finiquitado el acuerdo con los socialistas.

En los encuentros entre ambos mandatarios, informaron las fuentes consultadas por esta agencia, Pujol intentará conseguir de González un compromiso de adelantar las elecciones generales al otoño.

Por su parte, los socialistas insisten en la necesidad de mantener el pacto, sobre todo con la vista puesta en la aprobación del proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado para 1996. Una convocatoria electoral en otoño obliga disolver las Cortes enagosto-septiembre, con lo cual habría que prorrogar los Presupuestos de 1995.

El portavoz del Grupo Socialista, Joaquín Almunia, afirmó hoy que no da por roto el pacto, aunque reconoce que atraviesa por momentos "difíciles".

La necesidad de estabilidad en un semestre de Presidencia española de la Unión Europea ha pasado a un segundo plano, según se asegura desde CiU, dado que "los escándalos y, más en concreto, el tema Cesid puede haber sido la `gota` que colme el vaso".