El Grupo de CiU, autor de la proposicón no de ley que defendió en la Cámara la diputada nacionalista Carmen Laura Gil i Miró, pretendía que la etiqueta de los productos que se vendiesen en Cataluña y en las demás comunidades con idioma propio estuviese redactada en cualquiera de los idiomas, a elección del productor, y que dejara ser obligatorio el etiquetado en castellano.

La posibilidad de utilizar sólo la lengua propia de la comunidad ha quedado limitada, a través de una enmienda transaccional, a "los productos tradicionales elaborado y distribuidos en el ámbito de la comunidad autónoma".

CiU ha tenido que presentar esa enmienda transaccional a su proposición no de ley, ante la imposibilidad de lograr que el texto original obtuviese mayoría.

Fue la diputada del Grupo Mixto Pilar Rahola quien defendió con mayor vehemencia el derecho de Cataluña a etiquetar los productos alimenticios en el idioma propio de esta comunidad.

A tal efecto se preguntó: "¿Se imaginan este debate en Suiza, en Flandes o en el Quebec. La defensa (dl uso del catalán) tiene que ver con la Constitución, el Estatuto de Cataluña y el derecho histórico de todo pueblo a garantizar el desarrollo de su idioma".

Rahola concluyó advirtiendo que "los catalanes volveremos a traer a esta Cámara el debate del derecho a etiquetar íntegramente en catalán".

Tras la aprobación de la proposición enmendada, que obtuvo el apoyo de 311 diputados y un voto en contra, el Gobierno deberá aprobar en el plazo de tres meses un real decreto que modifique el actual en vgor sobre las normas de etiquetado.