Molins dijo que tanto Convergència como Unió tienen una "enorme responsabilidad" para no enzarzars en disputas como la surgida por la futura 'ley del catalán' y quiso dejar claro que nadie pretende la ruptura de la coalición, "a la que nadie", advirtió, "puede poner fecha de caducidad".

En un encuentro organizado por la Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP), el parlamentario catalán admitió que desde hace unos seis meses los dos partidos que integran CiU han mantenido diferencias que han hecho que los mensajes que transmiten a la sociedad sean negativos.

Sin embargo, subrayó que la cisis desatada por la futura 'ley del catalán' se ha cerrado y expresó su convencimiento de que la coalición "tiene vida para mucho tiempo" y desempeñará un papel fundamental para defender los intereses de los catalanes, tanto dentro como fuera de su comunidad.

Molins rechazó que las tensiones entre Convergència y Unió hayan podido afectar a las relaciones de los nacionalistas catalanes con el Gobierno central y lamentó que esas diferencias de criterios hayan sido aireadas por los responsables político a través de los medios de comunicación.