CiU presenta esta iniciativa porque considera que la directiva europea sobre la puesta en el mercado de artículos pirotécnicos establece algunas disposiciones que "pueden suponer una limitación importante para el desarrollo de actividades realizadas por grupos de cultura popular y tradicional catalana de fuego".

Según CiU, esta directiva fija una distancia mínima de 15 metros para determinados artificios de pirotecnia a la que tendrían que situarse los asistentes de una actuación, lo que impediría la celebración de los tradicionales "correfocs", la verbena de Sant Joan o, en el caso concreto de Berga, la celebración de la Patum, declarada Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco.

La directiva también prohíbe cualquier actividad con material pirotécnico en actos en los que intervengan menores de 12 años, lo que impediría, a juicio de CiU, la celebración de los "correfocs" infantiles y la Patum infantil.

Por ello, CiU propone al Congreso que inste al Gobierno a contemplar el carácter singular de las fiestas populares con tradición pirotécnica, y a que en la transposición de la directiva al ordenamiento interno respete las competencias de la Generalitat de Cataluña para que ésta pueda no aplicar la normativa "en aquellas manifestaciones culturales que se desarrollen en su territorio y que considere oportunas".

Según informó hoy CiU, la transposición de la directiva ha generado una "gran preocupación" a los colectivos relacionados con el uso de materiales pirotécnicos, que ven amenazadas sus actividades. El grupo catalán recuerda que los materiales pirotécnicos vienen siendo utilizados en algunas fiestas populares catalanas desde hace 800 años y "forman parte del patrimonio y de la manera de ser como pueblo".

CiU cree que, según la distribución competencial y el artículo 189 del Estatuto de Cataluña, por el que la existencia de una regulación europea no modifica la distribución interna de competencias, tiene que ser la Generalitat la que, al tener la competencia exclusiva en materia de cultura, concrete aquellas manifestaciones de cultura popular y tradicional catalana que tengan que ser excluidas del ámbito de aplicación de la normativa interna que traslade la directiva.