Preguntado sobre las medidas que podrían contribuir a rebajar la tensión política actual, el dirigente socialista dijo a la Ser que, en primer lugar, "el Gobierno tendría que mantener otra actitud, y no la misma que mantuvo durante la oposición, que es lo que ha generado esta tensión. Es decir, que se dedicara elGobierno a gobernar y no a hacer de oposición de la oposición".

En su opinión, el PSOE está realizando una oposición "razonable y tranquila", teniendo en cuenta fundamentalmente los intereses generales y exigiendo el respeto a las reglas del juego limpio en la política.

Agregó que en esta línea de oposición, los socialistas no permitirán "que exista ningún retroceso en las libertades ni ningunas actitudes como las que ha propiciado recientemente el secretario de Estado para la Comunicación, señorRodríguez, o actitudes como las que viene desarrollando el vicepresidente primero del Gobierno (Alvarez Cascos) con relación a los insultos, a las calumnias y concretamente contra Felipe González".

Respecto a la polémica suscitada por la presunta 'amnistía fiscal' y las acusaciones realizadas en los últimos días por miembros del Gobierno, Ciprià Ciscar dijo que se trata de una estrategia diseñada personalmente por José María Aznar "en un momento en que las encuestas le son desfavorables". "Ante estas ctitudes es muy difícil que exista normalidad", agregó.

A juicio de Ciscar, Aznar no está autorizado para decir a Felipe González cómo debe hacer su labor de oposición el PSOE, algo que no cree que planteara ayer el presidente al líder socialista, cuando todavía se recuerda la oposición que practicó el Partido Popular.

"Felipe González ha manifestado siempre su disposición y la prioridad a atender cualquier llamada para una reunión en primer lugar con el Rey, con el jefe del Estado, y en segundo ugar con el presidente del Gobierno", indicó Ciscar. "Y ha manifestado que daría prioridad a estas reuniones y así lo ha hecho cuando se le ha llamado".