El Partido Popular ha pasado de una ventaja de 8 puntos en abril de este año a 4,2 en el mes de julio. Se trata del segundo recorte consecutivo al PP del principal partido de la oposición, que en enero contaba con una desventaja de 9,7 puntos, pasó en abril a 8 y se ha situado en julio a sólo 4,2.

El Gobierno atribuye esta mejora en los datos del Partido Socialista a los efectos de la huelga general del 20-J y a un trasvase de votos de Izquierda Unda, que pierde 0,7 puntos, a la formación de José Luis Rodríguez Zapatero por su posición en asuntos como la Ley de Partidos Políticos y la invasión de Perejil.

De todos modos, el Partido Popular volvería a ganar las elecciones generales si se celebrasen en la actualidad con el 41 por ciento de los sufragios. El PSOE sería la segunda fuerza política más votada con el 36,8 por ciento, por delante de IU (5 por ciento), CiU (4,2 por ciento), PNV (1,4 por ciento) y BNG (1,2 por ciento).

Todos los paridos políticos han visto reducido su apoyo electoral en el estudio del CIS, con la excepción del PSOE, que es el único que aumenta en 2,8 puntos con respecto a hace tres meses. El PP es el que más pierde, un 1,4 por ciento.

La diferencia entre PP y PSOE es mucho menor en el voto directo, que son los datos en bruto recogidos por el CIS en sus encuestas antes de elaborarlos y y calcular la estimación de voto, donde los populares sólo aventajan a los socialistas en 1,4 puntos.

El 25,4 por ciento de os encuestados se mostró favorable a votar al Partido Popular si ahora se celebrasen los comicios generales frente al 24 por ciento que lo haría al Partido Socialista. Esta diferencia era mucho mayor hace tres meses, donde 26,8 apostaban por el PP y 21,9 por el PSOE.

Los datos de estimación de voto están en consonancia con la tendencia que muestran los encuestados al ser preguntados por la valoración que les merece la labor del Gobierno y la de la oposición.

El Ejecutivo ve descender en más de 4 untos la proporción de españoles que juzgan su labor como buena o muy buena, que eran el 34,4 por ciento en abril y en julio sólo alcanzaban el 30,1 por ciento. En esta línea, los que la valoran como mala o muy mala suman un 21,4 por ciento, mientras que hace tres meses eran el 18,7 por ciento.

Por su parte, la tarea que desarrolla la oposiciónmerece la valoración de buena o muy buena para el 24 por ciento de los encuestados, muy por encima del 18,7 por ciento que la juzgaban así en abril. Además, s registra una tendencia descendente en el número de españoles que creen que la actuación del PSOE es mala o muy mala pasando del 22,8 por ciento al 20,8 por ciento.