CINCO DE LAS NUEVE GRANADAS DIRIGIDAS POR ETA CONTRA EL CUARTEL DE LA GUARDIA CIVIL DE URDAX (NAVARRA) NO FUNCIONARON

PAMPLONA
SERVIMEDIA

La organización terrorista ETA pretendía atentar contra la casa-cuartel de la Guardia Civil de la localidad navarra de Urdax con 9 granadas. Cuatro de ellas se activaron, alcanzando diversos objetivos, aunque solamente una impactó contra el acuartelamiento de la Benemérita, ocasionando daños materiales.

El atentado terrorista tuvo lugar poo después de la 7 de la mañana de hoy y estaba dirigido contra la fachada de las instalaciones que la Guardia Civil posee en Urdax, cerca de la frontera navarra de Dantxarinea.

Las dos primeras granadas se activaron a las 7,15 horas. Una de ellas impactó contra un árbol y la siguiente contra la valla de protección del cuartel.

Un cuarto de hora más tarde, otros dos proyectiles explosionaron, esta vez en las instalaciones de la Benemérita, donde residen 23 familias. Uno de los artefactos alcanzó auna vivienda del cuartel, donde reside un agente y su esposa, que, según la Delegación del Gobierno en Navarra, se encontraban durmiendo.

La granada, tipo Mekar y de 80 milímetros, como las restantes, entró en la vivienda, situada en un tercer piso, rompió el tabique interior y ocasionó destrozos en una de las habitaciones. Pese a ello, no hirió a ningún habitante del inmueble.

Seguidamente, otra granada con trayectoria rasante impactó contra uno de los Nissan de la Guardia civil situado en el aprcamiento de la casa-cuartel. Otros tres vehículos similares resultaron también dañados.

Agentes especializados localizaban poco después el punto de origen de los proyectiles, donde se incautaron de nueve tubos que fueron dispuestos para el lanzamiento de otras tantas granadas, situados a una distancia de 300 metros del cuartel de la Benemérita y a 50 metros por encima de éste, en una colina cercana.

La Delegación del Gobierno en Navarra ha señalado que los tubos lanzaderas, de un metro de longitd, fueron colocados por los terroristas en grupos de tres y a una distancia de 10 centímetros de separación cada uno.

Todos ellos habían sido depositados sobre bastidores de hierro y apoyados sobre los postes de una valla metálica cercana, orientados hacia la fachada principal del edificio de la Guardia Civil.

Cuando los efectivos de la Benemérita llegaron al lugar, cinco de las granadas se encontraban aún en el interior de los tubos. Los temporizadores de 12 horas no funcionaron según los propóstos de los terroristas.

Un total de 23 agentes con sus familias viven en el cuartel de Urdax, que hasta hoy no había sido objeto de ningún atentado terrorista.

(SERVIMEDIA)
27 Ene 1996
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