El objetivo de la movilización, convocada por la Plataforma Anti-Cementerio Nuclear y organizaciones como Greenpeace y Ecologistas en Acción, es protestar por la decisión del Gobierno de construir este almacén nuclear y denunciar la posibilidad de que en el futuro se convierta en el "basurero" de todas las centrales españolas.

Según los organizadores, cerca de 2.000 personas participaron en la protesta. Carlos ravo, portavoz de Greenpeace, declaró a Servimedia que la importante respuesta de la población demuestra "que los habitantes de esta zona no quieren que el futuro de la comarca se dilapide con la construcción de un cementerio nuclear".

Los promotores de la concentración leyeron un comunicado ante las puertas de la central e instalaron cien cruces de color negro en la zona.

La autorización del Gobierno a la central de Trillo para construir un almacén de residuos de alta actividad también ha recibio las críticas de los alcaldes de los municipios cercanos a la central, que han anunciado que recurrirán la decisión del Consejo de Ministros por no haber sido informados previamente.

Sin embargo, los alcaldes no se sumaron a la protesta realizada hoy ante la central, lo cual provocó las críticas de los organizadores, quienes acusaron a algunos ediles, fundamentalmente al de Trillo, el socialista José Luis García Sancho, de ser excesivamente condesdenciente con la central nuclear.