CIENTOS DE PERSONAS SE AGOLPAN EN LAS AZOTEAS Y A LAS PUERTAS DEL CONGRESO PARA OBSERVAR EL FENÓMENO
El texto se ha copiado correctamente en el portapapeles
Cientos de personas, trabajadores de la Cámara Baja y ciudadanos que en esos momentos transitaban por los alrededores de la Carrera de San Jerónimo, pararon su actividad y provistos de gafas especiales permanecieron durante más de quince minutos observando el eclipse anular que pudo verse a la perfección desde la capital.
El intercambio de gafas de polímero negro, homologadas por la UE, para evitar daños en la retina del ojo fue patente durante la observación del fenómeno ya que muchos de los curiosos no venían provistos de ellas.
La observación del eclipse hizo que la primera hora de jornada de hoy, se convirtiera en un día festivo. La mayoría de los curiosos eran primerizos en la observación de un eclipse de estas características o similar.
La luz que se proyectó sobre Madrid durante el cénit del eclipse llamó la atención a los observadores, tanto como el anillo de luz que se percibía al colocarse la luna delante del sol. Nadie se atrevió a superar el tiempo recomendado por los expertos, no más de tres minutos, para evitar daños en sus ojos.
Una prestigiosa fabrica de lentes alemana hizo llegar, la pasada semana, gafas de eclipse a todos los diputados del Congreso, aunque muchos de ellos no se encontraban hoy en la Cámara y las lentes fueron utilizadas por sus asistentes y asesores.
(SERVIMEDIA)
03 Oct 2005
SGR