Los hoteleros se quejan de los daños económicos que los campistas causan a su sector, así como de los posibles riesgos higiénicos sanitarios que conlleva la presencia de estos campistas ilegales.

Según los representantes del sector hotelero, estos campistas deterioran la imagen del turismo "de caldad" que los empresarios de Mazagón pretenden dar los visitantes.

Además, han acusado al gobernador civil de Huelva, Gregorio López, no sólo de incumplir las promesas realizadas a principios de temporada sobre la intensificación de la lucha contra estas irregularidades, sino de haber sido incapaz de mantenerlas en los niveles de temporadas anteriores.

La playa de Mazagón, situada en el entorno del Parque Nacional de Doñana, posee numerosos campings, entre ellos el "Doñana", considerado de primeracategoría, que tiene una capacidad para 6.000 personas y se encuentra a diez kilómetros de la localidad costera.

Junto a Mazagón, Matalascañas es otra de las playas onubenses en la que tradicionalmente se registra una concentración más alta de campistas ilegales, a pesar de las sanciones de la Guardia Civil.