Según aseguran los científicos en la revista "New England Journal of Medicine", en a actualidad podría registrarse un resurgimiento de las citadas enfermedades, debido al estímulo que los investigadores de estos virus ejercen sobre algunos de sus componentes.

La revista cita el caso de una microbióloga estadounidense que fue infectada por glanders, una enfermedad infecciosa con un alto índice de mortalidad para la cual no existe ninguna vacuna y que se utiliza en las armas biológicas de gas.

También denuncia el caso de un trabajador del instituto secreto militar estadounidense edicado a la investigación de este tipo de enfermedades, que padecía una infección altamente peligrosa utilizada durante la I Guerra Mundial y actualmente eliminada del mundo occidental.