Los tests realizados en ratones de laboratorio para obtener una vacuna contra las propiedades adictivas de la ocaína han resultado todo un éxito, según han afirmado los expertos reunidos en el congreso de la Sociedad Química Americana.

Las pruebas realizadas por el Instituto de Investigación Scripps, de California, demuestran que la sustancia empleada es capaz de evitar que los efectos de esta droga alcancen el cerebro de estos animales.

"Hemos sido capaces de lograr que el sistema inmunológico cree anticuerpos específicos que, todos unidos, puedan impedir que la cocaína alcance su objetivo: el sistema nrvioso central", explicó uno de los investigadores de este instituto estadounidense, Kim Janda.

Janda y su equipo esperan que en las pruebas con humanos, que se iniciarán a finales de 1999, se consigan resultados similares. Creen, además, que la futura vacuna podría ser empleada también en situaciones de sobredosis para tratar estos excesos.