Así lo afirmó tras su reunión con la delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Pilar Bernabé; la directora General de Protección Civil y Emergencias, Virginia Barcones, y la presidenta del CSIC, Eloísa del Pino, en la Subdelegación del Gobierno en Alicante.

Morant recordó que el CSIC “tiene 11 centros en la Comunidad Valenciana que trabajan en áreas de conocimiento relacionadas con las emergencias, con las sequías, con la extinción de incendios, es decir, con el conocimiento necesario para la atención de los incendios”.

También señaló que “tuvimos que hacer frente a emergencias muy importantes de Protección Civil, siempre desde el conocimiento y desde la ciencia, por eso, tenemos el convencimiento de que el negacionismo de la ciencia no es el camino, sino lo contrario: hacer más ciencia y basarnos más en ella para la toma de decisiones, que es lo que consiste este protocolo”.

Además, Morant recalcó que “hay una coordinación con las comunidades autónomas sobre este protocolo y toda la ciencia que se hace para las emergencias acaba siendo utilizada, toda la instrumentación acaba siendo utilizada por los servicios de emergencias”.

Rememoró que, en la crisis del volcán de La Palma, “muchos científicos fueron capaces de predecir dónde y cuándo se iba a producir la erupción, pero es que en cualquier incendio al que atiende un servicio de extinción también se necesita la información meteorológica para saber cuál va a ser la dirección del viento, si habrá tormenta o no, el grado de la periferia p el perímetro de ese incendio”.