Esta expriencia consiste en enseñar a los ciegos a conocer el autobús por dentro, sus accesoso, billetaje y dsitribución del espacio y a afrontar las peculiaridades de un viaje en este medio de transporte, como las pérdidas de equilibrio o los frenazos.

El objetivo de este curso, según las mismas fuentes, es dar a los invidentes plena autonomia personal y conseguir que pierdan el miedo a emplear los transportes públicos.

El cursillo se realiza todos los sábados en ambas ciudades y hasta el momento lo sigen una veintena de invidentes de todas las edades, que ensayan en el interior de los autobuses.

El desarrollo de esta experiencia, en la que participan personal de las empresas de transporte, irá decantando las necesidades de los invidentes, aunque la instalación de altavoces podría ser una medida orientativa importante.

Participantes en la experiencia y organizadores son conscientes sin embargo de que será necesaria la colaboración de los ciudadanos para que informen a los invidentes de la llegaa de su parada, sobre todo mientras no se generaliza el autobús parlante, sistema impulsado por la ONCE que incorpora una voz que informa a los viajeros.

Desde Badajoz y Orense, la iniciativa se irá extendiendo a otras ciudades de España. Después de las clases iniciales, en las que se ensaya con los autobuses parados y en las naves-garaje, habrá un cursillo con autobuses en marcha, con frenazos incluidos, por las calles de Orense y Badajoz.