Chaves clausuró, junto a la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, la Convención Municipal que el PSOE celebró este fin de semana en Sevilla.

En su intervención tuvo una referencia a los atentados del 11-M, de los que ayer se cumplieron dos años y de los que "todos somos de alguna manera víctimas" porque golpearon el sistema democrático de convivencia pacífica.

Para los dirigentes políticos y cargos públicos, dijo Chaves, es una "obligación política y moral" que aquel día no se olvide, y que las víctimas de todos los atentados terroristas estén siempre presentes.

Chaves reiteró la necesidad de unidad de todos en la lucha contra el terrorismo. "No se trata de sacar ventajas para uno o para otro, no se trata de derrotar al PSOE o al PP, sino de que todos juntos derrotemos a los terroristas y acabemos con la violencia".

Dicho eso, dejando atrás el 11-M y entrando de lleno en ETA, Chaves aseguró que "todo gobernante democrático que se precie tiene la obligación de buscar la paz si se dan determinadas condiciones, porque en caso contrario se caería en la cobardía política" y Rodríguez Zapatero, como el PSOE, "es valiente".

Minutos más tarde, al hacer balance de la gestión del Gobierno y de la oposición del PP, Chaves sentenció que la responsabilidad del principal partido de la oposición "deja mucho que desear".

"Si ETA pone una bomba, no miran a ETA para condenarla, sino al Gobierno democrático de España. Si España tiene un conflicto internacional, se ponen de lado de los intereses contrarios", y si dos empresas pugnan por construir un gran sector energético, "prefieren a la extranjera". "¿O es que piensan que Cataluña no es España?", se preguntó, al hablar de la pugna entre Gas Natural y la alemana E.On por Endesa.

Con esta actitud, sentenció Chaves, el PP demuestra "una visión muy particular del patriotismo", como cuando en foros internacionales advierte de que España "se rompe, no va a durar, se balcaniza".

CUEVAS Y EL PP

Al final de su discurso, Chaves reprochó al PP que ataque siempre lo que dice defender y alertó de que ese comportamiento "es contagioso", porque el presidente de la patronal, José María Cuevas, ha "descalificado" a una parte de los empresarios, los vascos, cuando se supone que su labor es defenderlos.

Pese a respetar "una valoración política" de Cuevas, como de cualquier otro ciudadano, lo que Chaves criticó es que enfrente con sus declaraciones a unos empresarios con otros.

Le dijo, además, que ese tipo de actitudes es contraria a su labor. "No es obligatorio hacer siempre caso al PP", aseguró, con cierta ironía.

Manuel Chaves defendió que la gestión del Gobierno arroja un balance "francamente positivo" aunque desde el PP "intenten oscurecerlo a base de hacer ruido".

Las medidas aprobadas desde el Ejecutivo, aseguró, han sido aplaudidas por la mayoría de los ciudadanos, "por todos menos el PP, que se ha convertido en el partido del no" y que no aporta propuestas más allá de "envolverse en la bandera española y decir que se fractura la unidad y que España se hunde".

La principal diferencia entre la actual legislatura y las anteriores, en opinión de Chaves, es que ahora el principal partido de la oposición "no reconoce como tal ni respeta ninguna cuestión de Estado", ni la lucha contra el terrorismo, ni la posición internacional de España, ni los sectores estratégicos de la economía, ni el desarrollo autonómico.

"UN PARTIDO ANTISISTEMA"

Chaves reiteró que las reformas son un compromiso del PSOE con los ciudadanos y se mostró convencido de que reforzarán la unidad de España sobre la base de la integración de la pluralidad.

Se mostró convencido de que los ciudadanos compartirán esa visión y de que la estrategia del PP fracasará, por no haberse implicado en un debate racional y haber preferido deslizarse "por la pendiente irracional", con actitudes, incluso, "más propias de un partido antisistema", como la promoción del referéndum contra el Estatuto catalán.

Pidió por ello a los socialistas que sigan diciendo a los dirigentes del PP que ese "no es un buen camino" y que provocar el enfrentamiento entre ciudadanos y entre territorios "no es nada patriótico".