Chaves, que inauguró en Sevilla el VI Congreso Nacional de Derecho del Trabajo, pidió a los dos sectores un esfuerzo añadido para adecuarse a las nuevas condiciones técnicas del mercado, aceptando la flexibilidad laboral e invirtiendo los beneficios en las propias empresas.

Asimismo, defendió la compatibilidad entre la competitividad y el bienestar social. "La compeitividad no puede basarse única y exclusivamente en los aspectos ecónomicos o productivos, sino que tiene que extenderse y tener muy en cuenta el ámbito del bienestar", afirmó.

El jefe del Ejecutivo andaluz opina que la reforma obliga al cambio de conceptos como el de flexibilidad en el empleo, riqueza o beneficio, y cree que el Gobierno no puede respaldar aquellas políticas que amparen la obtención de ventajas relativas en un desarme social o que impliquen un retroceso en las condiciones de trabajo. Por su parte, el secretario general de Empleo y Relaciones Laborales del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, Marcos Peña, aludió a los cambios introducidos en el derecho laboral español y al impacto de la reforma laboral.

A su juicio, el desarrollo normativo de la reforma está ya superado, por lo que se debe afrontar a partir de ahora una etapa industrial y política activa.