Los músicos, que iban a perticipar en una de las actuaciones estelares del festival latino, "Cubans Legens", no pudieron acudir a la cita prevista por la negativa del Departamento de Inmigración norteamricano de concederles los visados, debido, según la SGAE, a las "presiones anticastristas" de cubanos residentes en Miami.

Omara Portuondo, una de las estrellas del concierto, comentó que "nos han creado muchos problemas con el visado, pero venimos dispuestos a tocr donde sea y cómo sea". De este modo, los artistas lo demostraron improvisando una canción en el aeropuerto de Miami, donde cantaron y bailaron ante las personas congregadas en la terminal de salida.

Unos 300 anticastristas se concentraron ayer frente al Centro de Convenciones, lugar en donde se realizan las actuaciones, para evitar la actuación de Compay Segundo, único músico que sí recibió a tiempo su visado para participar en la gala.

En un último intento de que el músico pro castrista anulas su actuación, se anunció la colocación de una bomba, lo que llevó a desalojar el local. Una vez que se comprobó que no existía ningún artefacto explosivo, Compay prosiguió con su actuación.