La reforma de la salud mental que propugna el artículo 20 de la Ley General de Sanidad potencia la atención ambulatria y los servicios de hospitalización parcial para esos enfermos.

Esas medidas de reforma intentan reducir el internamiento hospitalario, aunque son criticadas por algunos familiares y profesionales siempre que algún perturbado protagoniza hechos como los ocurridos la semana pasada en Madrid, cuando un enfermo mental empujó a un joven al paso de un convoy del metro y un ciudadano fue apuñalado por otro demente porque emitía supuestos mensajes "telepáticos".

Tras Chamberí, los distritos de Salamaca-Chamartín, con 1.567 pacientes; Carabanchel, con 3.679, y Centro, con 1.305, son los que registran una mayor demanda de esta especialidad médica.

En cuanto a los pueblos de la comunidad, los vecinos de Móstoles son los que acudieron con mayor frecuencia a los servicios de salud mental en los dos últimos años, unos 3.710. Le siguen Leganés, con 3.109 pacientes; Fuenlabrada, con 3.217, y Majadahonda, con 2.277.

Actualmente, existen 1.277 camas de internamiento psiquiátrico en toda la CAM, de lasque 865 dependen de la Consejería de Salud, 106 del Insalud, 16 de Cruz Roja y 290 de otros organismos de la Administración.

El año pasado, la consejería renovó todos los convenios con los hospitales psiquiátricos concertados, que aportan 795 camas. El Hospital Sagrado Corazón, de Ciempozuelos, es el que cuenta con el mayor número de camas concertadas, 271.

La Administración autonómica concedió en 1990 casi 100 millones de pesetas de subvención a ayuntamientos madrileños para desarrollar programa municipales de salud mental.

Getafe recibió 31.796.000 pesetas, Alcalá de Henares 19.474.000, Móstoles 11.224.000, Fuenlabrada 10.556.000, Alcorcón 8 millones, Parla 7.264.000 pesetas, Majadahonda 3 millones, Colmenar Viejo 2.840.000 pesetas, Leganés 2.744.000, Arganda del Rey 2.140.000 y Alcobendas 800.000 pesetas.