11-M

LOS CHALECOS BOMBA DE LOS TERRORISTAS TENIAN UN "PULSADOR SEMEJANTE" AL QUE ETA UTILIZO "DESDE ANTIGUO" EN SUS ATENTADOS

- Así consta en un informe policial sobre el vídeo reivindicativo que apareció en el piso de Leganés

MADRID
SERVIMEDIA

Los chalecos bomba que los terroristas del 11-M guardaban en el piso de Leganés donde se suicidaron, que también aparecían en un vídeo reivindicativo de la masacre, tenían un "interruptor pulsador semejante" a los que ETA utilizó "desde antiguo" para la comisión de sus atentados.

Así queda reflejado en un informe pericial, incluido dentro del sumario elaborado por el juez Juan del Olmo, que la Audiencia Nacional solicitó sobre el chaleco-bomba que los terroristas mostraban en uno de los vídeos que grabaron tras los atentados.

El documento policial afirma que "ETA viene utilizando desde antiguo un interruptor pulsador semejante a los que aparecen en el vídeo". Asimismo, recuerda que la banda utilizó el 4 de marzo de 2002 "la técnica del chaleco para introducir un artefacto explosivo en el edificio de la Bolsa de Bilbao".

La investigación policial profundizó en el detalle de los chalecos hasta el punto de hacer una comparación con otros casos ocurridos anteriormente en España. Así, en los archivos encontró que en 1994, 2002 y 2003 se produjeron distintos incidentes con chalecos bomba que finalmente resultaron ser simulados.

El único caso de verdadero peligro ocurrió el 4 de marzo de 2002, cuando la organización terrorista ETA recurrió a "la técnica del chaleco para introducir un artefacto explosivo en el edificio de la Bolsa de Bilbao. El artefacto fue desactivado por efectivos de la Ertzaintza".

Según el informe policial incluido en el auto de procesamiento del 11-M, aquella acción de ETA no posee "similitudes fehacientes" con las que sucedieron en 1994, en Melilla; en 2002, en Córdoba; y en 2003, en Ceuta.

Sin embargo, destaca que la banda armada "viene utilizando desde antiguo un interruptor pulsador semejante a los que aparecen en el vídeo" encontrado en el piso de Leganés donde se suicidaron los presuntos responsables del 11-M.

EL PP EXIGE SEGUIR INVESTIGANDO

Este dato ha llevado al Partido Popular a exigir que el juez Juan del Olmo "siga investigando" la posible implicación de ETA en los atentados del 11-M, especialmente a través de la relación que el lugarteniente del líder del grupo mantuvo con varios presos de ETA durante su internamiento en la cárcel.

El diputado del PP Jaime Ignacio del Burgo, miembro de la Comisión de Investigación sobre los atentados, declaró a Servimedia que el juez de la Audiencia Nacional debería profundizar en las "andanzas de El Chino en el País Vasco" y en su posible vinculación con los etarras que fueron detenidos en Cuenca cuando, en vísperas de las elecciones, transportaban a Madrid una furgoneta cargada con 500 kilos de dinamita.

Del Burgo denunció que todos estos elementos "no se han querido investigar" y, por lo tanto, considera "lógico" que el auto del juez no hable de ETA. "La policía se ha negado a investigar la cantidad de datos que existen sobre la posible colaboración entre ETA y los islamistas", apostilló.

La aparición en el vídeo de los terroristas del 11-M de un interruptor "semejante" a los que ETA viene utilizando desde hace años es, según el diputado del PP, otro "dato" más que debe ser investigado en profundidad.

Del Burgo se preguntó "quién tiene la seguridad de que los tres encapuchados que aparecen en el vídeo sean realmente los que murieron en Leganés". En su opinión, todo este asunto está "lleno de lagunas" y, por lo tanto, el auto de procesamiento "no supone en modo alguno un punto y final" en las investigaciones.

CUATRO LLAMADAS "EXTRAÑAS" A "EL CHINO"

Asimismo, llamó la atención sobre otro dato aparecido en el auto de la Audiencia Nacional que desvela cuatro llamadas telefónicas que un preso de la cárcel de A Lama (Pontevedra) realizó a Jamal Ahmidan, alias "El Chino", dos meses antes de los atentados.

"Lo extraño", como el propio juez asume en el auto, es que la llamada se realizó desde el módulo de aislamiento del Centro Penitenciario de A Lama. Habitualmente, este tipo de presos tienen restringidos los contactos con el exterior. Pese a que las investigaciones no han conseguido descubrir quién llamó cuatro veces a "El Chino" entre el 1 de enero y el 1 de febrero de 2004, el magistrado interpreta que "no es probable que fuera un preso por tema de terrorismo, a sabiendas de que sus comunicaciones son sometidas a control por los centros penitenciarios".

Jaime Ignacio del Burgo, portavoz adjunto del PP en el Congreso, criticó que el auto descarte que quien llamó a "El Chino" fuese un preso condenado por delitos de terrorismo, lo que apuntaría a ETA. "Eso es una suposición del juez", apostilló.

Además, Del Burgo alertó de la posibilidad de que los servicios de seguridad de la prisión grabasen en aquel momento las conversaciones del preso en el módulo de aislamiento de A Lama con "El Chino" y, sin embargo, no se las hayan facilitado al juez.

El diputado popular añadió que, si una persona encarcelada en un modelo de aislamiento realiza una llamada telefónica, "se tendría que haber grabado", por lo que instó al juez Del Olmo a que profundice en este asunto porque "todavía tiene mucho que estudiar".

(SERVIMEDIA)
15 Abr 2006
PAI