Ante la Comisión de Defensa, la ministra explicó que el repligue se producirá en tres fases de manera que el "grueso" del contingente regresará "antes de que finalice el verano", el mismo plazo que comunicó a los militares españoles en su visita a Kosovo el pasado 19 de abril.

La titular de Defensa detalló que "la primera fase, la de preparación del repliegue" se producirá en el siguiente relevo, previsto para "principios de mayo", y que conllevará una reducción de un "quince a un veinte por ciento" con respecto a los cerca de 630 soldados que hay actualmente.

La segunda etapa, la del "repliegue propiamente dicho", se extenderá "hasta finales de julio". "El contingente español irá disminuyendo progresivamente su disponibilidad operativa" en la KFOR para aumentar sus labores logísticas propias de la retirada, hasta que España recupere el mando de los soldados.

La tercera y última etapa, la de "cierre y transferencia de las instalaciones", se llevará a cabo con una "unidad de apoyo al repliegue" que permanecerá "desde agosto hasta, como muy tarde, fin de septiembre". En favor de que los aliados conocían la intención de repliegue de España, la ministra comentó que varios países ya se han interesado por las instalaciones que los militares españoles tienen en Istok para hacerse con ellas.

Chacón recalcó que la decisión de retirada fue comunicada por "todos los cauces oficiales" y que, si hubo algún "malentendido o equívoco" éste ya está "subsanado" y prueba de ello ha sido la sintonía que le han manifestado en la reciente cumbre de la OTAN el resto de aliados.

ERROR

En este sentido, los portovoces de PP, CiU y PNV coincidieron en reprocharle a la ministra que sólo hable de "malentendido" cuando a juicio de estos se produjo un "error" a la hora de comunicar el repliegue y esto no ha sido asumido por parte del resto de países de la Alianza, que manifestaron sus críticas nada más conocer la noticia.

Por su parte, Chacón insistió en que la decisión es "coherente" con la postura de España de no reconocer la independencia unilateral declarada por Kosovo en febrero de 2008 y que "por coherencia y responsabilidad" las tropas han estado durante un año más, pese a que "la situación cambió", para "no perjudicar" a la población kosovar ni a los países aliados.

La portavoz del Partido Popular, Beatriz Rodríguez-Salmones, anunció que pedirá una "reprobación formal" de "todas las actuaciones" del Gobierno español desde el día en que Chacón anunció públicamente el repliegue. Además, manifestó que ha utilizado a los soldados "como parapeto" para un anuncio "que no estaba en el calendario ni tenía plan militar".

Por su parte, el diputado de CiU Jordi Xuclá calificó las actuaciones de Chacón de "error importante de fondo" y le preguntó si había habido cambio alguno en la legalidad que ahora permitiera la retirada de las tropas en base a la misma resolución de la ONU, la 1244, en la que antes se amparaban para mantener a los soldados españoles tras la decisión de independencia de Kosovo.

En la misma línea se manifestó el diputado del PNV Joseba Beloki quien criticó a Chacón que "están cometiendo errores que no se corresponden con los sacrificios anteriormente hechos", y que esto representa una "pérdida de confianza" en el Gobierno.

Por contra, Gaspar Llamazares del Grupo ERC-IU-ICV, señaló que fue "acertada" la retirada y que "no debemos utilizar este tema -la independecia de Kosovo- para nuestro argumento interno porque cualquier parecido con esta decisión es mera coincidencia". Joan Tardá, del mismo grupo, celebró una vez más la independencia del pueblo kosovar.

En el segundo turno de réplica, la ministra pidió a los grupos el cese de este debate porque le parece "esperpéntico" y "desproporcionado". Apuntó que la cuestión del repliegue español de Kosovo ha sido tratada como un "escándalo artificial y desproporcionado" y que "después 20 días, este globo se ha deshinchado por completo", y no ha tenido "las consecuencias incalculables" que vaticinó el presidente del PP, Mariano Rajoy.

La ministra estuvo arropada en la Cámara Baja por el secretario de Estado de Defensa, Constantino Méndez, el jefe de Estado Mayor de la Defensa (Jemad), general de Ejército José Julio Rodríguez, y varios miembros de su gabinete militar y civil.