Al día siguiente, el 27 de marzo, los trabajadores volverán a realizar paros de cuatro horas en cada uno de los tres turnos, en respuesta a una convocatoria de UGT y CCOO, que se repetirá el 2 de abril y culminará el día 10 del mismo mes cn una huelga general en la empresa.

El motivo de los paros es la discrepancia entre la empresa y los sindicatos sobre la cuantía del complemento de pensión que aportará Telefónica tras la integración de la ITP en la Seguridad Social, acordada el pasado 27 de diciembre en Consejo de Ministros.

Los sindicatos, que quieren mantener el derecho de los empleados a la jubilación anticipada a los 60 años, piden que la empresa realice una aportación de 60.000 millones de pesetas, mientras que la direcciónde la compañía ofrece algo más de 24.000 millones.

Los servicios mínimos establecidos por acuerdo entre la empresa y los sindicatos son del 5 por ciento para todas las dependencias, salvo el servicio de estaciones costeras y socorro marítimo, en donde trabajarán el 20 por cien, según informaron hoy a Servimedia fuentes de Telefónica.

El paro no repercutirá en las comunicaciones telefónicas habituales, que están automatizadas, aunque sí podrá afectar a los teléfonos de información, los servicios d averías y las oficinas comerciales de atención al público.