Fuente próximas al secretario general del PSOE explicaron a Servimedia que Arenas expresó esta disposición a Zapatero apenas dos horas antes de que las dos fuerzas políticas hicieran público el desbloqueo de la negociación.

El acuerdo quedó congelado en el momento en que Rato aprovechó una sesión de control en el Congreso para acusar de chantaje a los socialistas por exigir la entrada en la Comisión Nacional de la Energía a Jaime González, cuya única cualidad era, según el ministro, ser amigo del líder socilista.

Desde entonces, tanto en público como en privado, Rodríguez Zapatero aseguró que no continuaría con el acuerdo mientras Rato no repusiera el buen nombre del acuerdo y del Parlamento en el que se había gestado.

En todas las alusiones públicas a este asunto, reiteradas en la reciente campaña electoral gallega, el líder socialista exigió una y otra vez a Rato que reconociera que el acuerdo se había fraguado bajo los principios "de la buena fe y la seriedad", y que todos los candidatos consensados eran idóneos para esos puestos.

En la conversación de esta tarde, Arenas aseguró a Zapatero que el ministro de Economía estaba dispuesto a resaltar por escrito la "idoneidad" de Jaime González y a reconocer que el acuerdo había estado presidido por los principios "de buena fe y seriedad".

De hecho, esos fueron los términos empleados por el secretario general del PP y su portavoz en el Congreso, Luis de Grandes, en la rueda de prensa en la que dieron a conocer la comunicación de nombramiento e Jaime González que Rato ha enviado al Congreso de los Diputados.