La información previa se abrió a raíz de una denuncia que el fiscal jefe de la Audiencia Nacional, Eduardo Fungairiño, interpuso contra el juez Baltasar Garzón, por haber escrito en su libro que ETA no buscó "una carnicería en la estación de Chamartín (Madrid) durante la Nochebuena de 2003. La intención de los terroristas, según consta en los informes policiales, era hacer estallar el explosivo cuando el tren estuviera fuera de servicio".

Sin embargo, la Comisión Disciplinaria considera que lo escrito por Garzón no es suficiente para abrirle diligencias informativas. La decisión ha sido adoptada por tres votos a favor de archivar el caso (Montserrat Comas, Angeles García y Agustín Azparren) y dos en contra (Carlos Ríos y Enríque Míguez).

Las diligencias informativas se abren para tratar de esclarecer si hay materia para abrir expediente a un juez por un determinado comportamiento que podría ser sancionable por parte del CGPJ.

La Comisión Disciplinaria ha tomado esta decisión en contra de lo establecido en el informe del Servicio de Inspección del CGPJ, para el que el caso no podía archivarse.

Para el Servicio de Inspección del CGPJ, el estatuto de los jueces les prohíbe que revelen datos conocidos en el ejercicio de sus funciones. Asimismo, señala que, aunque Garzón no haya sido el instructor de los sumarios que menciona en su libro, debió haber mantenido un especial sigilo que alcanzaría a "aquellos procesos de los que haya tenido conocimiento fuera del estricto ámbito de la actuación jurisdiccional".