"A mí me parece un retroceso, en todos los sentidos, impresionante", dijo a Servimedia Serraller, quien añadió que "no hay razón huana para levantar esta valla. Es una barbaridad".

Recordó que el artículo 13 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, a la que España se adhirió, recoge "el derecho de toda persona a circular libremente y a elegir su residencia en el territorio de un Estado", así como "a salir de cualquier país, incluso del propio, y a regresar a su país".

En su opinión, la construcción de una nueva valla en Ceuta para frenar la entrada de inmigrantes impide el derecho a la libre circulación de persons establecido en dicho artículo, y que debería ser satisfecho "casi de forma automática".

Para el presidente de la APDHE, esta nueva valla es una muestra más de la deshumanización de la sociedad, que olvida que "todos somos iguales en el derecho" y antepone la economía y las empresas a las personas. "Cuando se cambie el chip, es posible que la Bolsa ande un poco triste, pero desde luego las personas sí serán más alegres", dijo.

Serraller recordó que, hasta hace muy poco tiempo, en Melilla los maroquíes y los españoles "pasaban de un lado a otro como Pedro por su casa", mientras que ahora "es necesario un pase especial para entrar en ella a trabajar".

Además, el presidente de la APDHE aseguró que la última vez que visitó Melilla, donde se está construyendo otra valla, tuvo la sensación de "estar en un campo de concentración".

"Hace 20 ó 25 años escuchábamos que Rusia y los países satélites de la URSS eran muy malos porque no permitían la libre circulación de personas. Cuando lo hacían ells, ellos eran los malos, y cuando lo hacemos aquí, nosotros seguimos siendo los buenos", concluyó.