Así lo desvelan los últimos datos publicados este martes por la oficina estadística de la UE, Eurostat, según los cuales el riesgo de pobreza en España era del 26,5%, medio punto más que en 2022.

Por regiones, la ciudad autónoma de Ceuta se situaba en quinta posición, con un 41,8%, cuando en 2022 el porcentaje era del 40,7%; Andalucía se encontraba en decimosegunda posición, con un porcentaje del 37,5%, por el 35,8% en 2022 y dos puestos más abajo, en el 14, en la ciudad autónoma de Melilla el porcentaje bajaba hasta el 36,7% desde el 41,3% en 2022 y Canarias se colocaba en el puesto 20 con un 33,8%, cuando un año antes el porcentaje era del 36,2%.

No obstante, a nivel regional las mayores proporciones de personas en riesgo de pobreza o exclusión social se registraron en las regiones ultraperiféricas francesas, en el sur de Italia y en las regiones rurales rumanas.

En 2023, las personas que vivían en las regiones capitales de algunos países de la UE tenían, en general, “menos probabilidades” de estar en riesgo de pobreza o exclusión social que quienes vivían en el resto del país.

Esta “disparidad” era “más pronunciada” en Rumanía, donde la tasa nacional era del 32%, en comparación con solo el 12,3% en la región de Bucarest-Ilfov. Del mismo modo, en Polonia la tasa nacional se situó en el 16,3%, mientras que en Varsovia Stołeczny era solo del 8,9% y en Croacia, la tasa nacional era del 20,7%, mientras que en Grad Zagreb era del 11,9%.

Por el contrario, se observó la tendencia “opuesta” en Bélgica y Austria, donde la proporción de personas en riesgo de pobreza o exclusión social en las regiones capitales de Región de Bruselas-Capital/Bruselas Hoofdstedelijk Gewest (37,6%) y Viena (29,5%) fue “significativamente mayor” que los promedios nacionales de 18,6% y 17,7%, respectivamente.