Alcaraz explicó que los principales puntos de la proposición son que haya al menos dos servicios de inteligencia, uno para cuestiones interiores y otro para el exterior, y hacer depender el Cesid del presidente del Gobierno.

Asimismo, la coalición cree que se debe confiar la dirección de los servicios de información a un director-coordinador nombrado por el Gobierno y que esta persona comparezca anualmente ante el Congreso "para conocer y debatirla definición del mandato".

Para IU, es importante que los funcionarios de los servicios de información tengan un estatuto de funcionamiento con todos sus derechos profesionales reconocidos, a fin de que si reciben órdenes indebidas puedan denunciarlo ante los órganos jurisdiccionales competentes, dejando claro que estas personas trabajan para el Estado, no para el director del Cesid.

Esta formación política considera también que los servicios de inteligencia tienen que estar controlados políticaente por el Gobierno, el Parlamento y el Defensor del Pueblo, judicialmente por los jueces y económicamente por el Tribunal de Cuentas, y propone la creación de una Comisión Permanente en el congreso que haga un seguimiento del Cesid.