La carga policial se produjo después de que los manifestantes penetraran en el Registro con la intención de encerrarse en las oficinas encargadas de gestionar la prestación social sustitutoria del servicio milita.

Su propósito, según explicó a Servimedia un portavoz de la Koordinadora de los Kolectivos Anti-Mili, Julio Rodríguez, era protestar por las sentencias dictadas recientemente contra los insumisos a la prestación sustitutoria. En aplicación de una de esas sentencias, Antonio García Quesada tuvo que ingresar la semana pasada en la prisión de Cartagena.

Los sucesos que motivaron el cese del mando policial ocurrieron cuando los insumisos, tras ser obligados a abandonar el edificio del Ministerio de usticia, se dirigieron por la calle de San Bernardo hacia la Gran Vía, mientras proferían gritos en contra de las fuerzas del orden.

Fue entonces cuando el responsable de la unidad policial, cuya identidad no facilitó la Jefatura Superior de Policía, ordenó cargar "en contra de las instrucciones recibidas", que eran las de acompañar a los manifestantes "a fin de evitar cualquier nueva penetración en otro organismo institucional".

La actuación policial provocó la desbandada de los insumisos, causado contusiones leves a algunos de ellos pero en ningún caso lesiones de consideración, según el portavoz de la Koordinadora de Kolectivos Anti-Mili, Julio Rodríguez. Los policías usaron sus porras, sin recurrir a otros medios antidisturbios.

Rodríguez manifestó que el cese del jefe policial "nos sorprende favorablemente, porque es la primera vez que en una acción contra nosostros se ha relevado a algún mando, a pesar de la brutalidad con que nos han tratado en muchas ocasiones".

Por su parte, el omisario jefe de Servicios de la Jefatura Superior de Policía explicó a esta agencia que el inspector-jefe cesado permanecerá apartado de su puesto hasta que se resuelva el expediente que se le ha abierto para determinar su responsabilidad en los hechos.