"Yo, además, lo propuse: Creo que estos asuntos se deberían hablar con los sacerdotes y con los representantes de los seglares. No sólo tienen que colaborar económicamente, sino también en las decisiones de la iglesia", precisó el sacerdote.

Aurelio de León, de 65 años de edad, fue cesado por el cardenal primado de España y arzobispo de Toledo, Marcelo González Martín, como párroco de San Andrés, en Talavera de la Reina, la pasada semana, lo que provocódiversas manifestaciones de los vecinos de la localidad toledana; unos hechos que Aurelio confesó "sinceramente" que le han sorprendido.

El cura, que ahora volverá a la parroquia de su pueblo natal de La Torre de Esteban de Hambrán (Toledo), dijo que "la Iglesia debe ser mucho más que democracia: debe ser fraternidad y comunidad".

Aurelio de León, insistió en que desconoce la causa del cese como párroco en esa barriada de Talavera y calificó de "normal" su relación con el arzobispo de Toledo, quin ordenó su cese y traslado.

No obstante, recordó con nostalgia "los años de Anastasio Granados y Gabino Díaz Merchán (arzobispo de Oviedo) cuando presentamos en la diócesis el Concilio Vaticano II, que nos dió un empujón muy fuerte y lo vivimos como un aire renovador dentro de la iglesia".

Sobre la posibilidad de que su traslado haya sido una "represalia" por no haber seguido cánones oficiales de la jerarquía eclesiática toledana, tal y como insinúan vecinos de Talavera, Aurelio declaró que "no uiero juzgarlo: que opinen los que lo hayan hecho".

El párroco aseguró que su idea de "lo religioso, quizá es un poco obsesionante para que la gente obre con mucha libertad, que sea cristiano el que quiera".

"Si no bautizas a un niño, no pasa nada; si no te casas por la Iglesia, porque tu no crees, no pasa nada; es más, sería malo que te casaras por la Iglesia si no crees: Ser un cristiano sin saber lo que es y sin haber hecho una opción libre, no tiene sentido", afirmó Aurelio de León en las misas declaraciones a esta agencia.

DEDICACION A LOS DEBILES

De León, que fue ordenado sacerdote en 1952, siempre estuvo vinculado a los grupos marginales y sectores más débiles de la sociedad, "una de las partes fundamentales en mi vida", y pertenció a los movimientos sociales de Acción Católica, a la Juventud Obrera Cristiana (JOC) y a la Juventud Agrícola Rural (JAR).

Asímismo, aseguró que los primeros años en Talavera de la Reina "me marcaron muchísimo: implicó desde apoyar sindicatos clandestnos, hasta aceptar el cierre de los trabajadores de la central nuclear de Almarán o manifestarnos por cuando mataron a unos jóvenes en Almería".

Ese tipo de acciones motivaron a Aurelio de León a "vivir el Evangelio de ese modo, pero también me acarreó problemas. Aquí hemos ayudado a encontrar trabajo a los gitanos" aseguró el cura, quien también organizó en la localidad toledana una cooperativa para construir viviendas a bajo precio.

El problema de la vivienda ha sido otra de las "luchas" de Aurlio, ya que "ví, entonces, que la vivienda era uno de los grandes problemas de Talavera. Empezamos a construir las casas con nuestras propias manos. Por eso, me va a costar mucho dejar 'mi casa`, por que la hice yo".

Aurelio de León lamentó la marcha a su pueblo natal cuando le faltan cinco años para jubilarse, pero "soy como un médico de medicina general".

Por último, pidió a los fieles de San Andrés que se han movilizado estos días en contra de su traslado, "que acojan muy bien a los dos sacerdtes que vienen, las dos personas en quien tengo más confianza y que lo harán mejor que yo; si me quieren, que los acojan bien", sentenció.