El presidente y el secretario general del CES, cuyo nombramiento compete al Gobierno, a propuesta de los ministros de Trabajo y Economía, deben ser refrendados por el Pleno del organismo.

La candidatura de Peña y de Córdova saldrá adelante sin problemas, ya que cuenta con el apoyo de empresarios y sindicatos, representados en dos de los tres grupos que componen el CES.

Marcos Peña formaba parte hasta ahora, precisamente, del grupo tercero, en calidad de experto nombrado por el Gobierno. En dicho grupo también están las organizaciones de agricultores, consumidores o representantes de la economía social, que también apoyarán al nuevo presidente.

No obstante, antes de su toma de posesión, Peña debe dar una serie de pasos. El primero de ellos es el de comparecer ante el Congreso de los Diputados.

El ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, ya ha dirigido una carta al presidente de la Cámara Baja, Manuel Marín, para trasladarle la propuesta de nombramiento de Peña.

Ahora es el Congreso el que debe habilitar una fecha extraordinaria para que el presidente del CES acuda durante este mes de julio o retrasar todo el proceso hasta septiembre, algo que el Gobierno quiere evitar.

Una vez presentado ante el Congreso, el Consejo de Ministros deberá aprobar el decreto de nombramiento de Peña como presidente del CES.

Ya tras ese paso dado, será el momento de que el Pleno del CES vuelva a reunirse para que su nuevo presidente tome posesión de su cargo.

ALTO CARGO SOCIALISTA

Peña fue secretario general de Empleo entre 1993 y 1996, cuando José Antonio Griñán era ministro de Trabajo y Seguridad Social. Sustituye en el cargo a Jaime Montalvo, que dimitió el 22 de mayo. En la actualidad, Almudena Fontecha, de UGT, ocupa de forma interina la Presidencia del CES.

La futura secretaria general, Soledad Córdova, ocupó la Dirección General de Trabajo en los últimos gobiernos del PSOE, es decir, bajo el mando del propio Peña, y con la llegada del PP a La Moncloa se mantuvo en el puesto.