En su último "Panorama Ecónomico-Social de España", que elabora el Area de Estudios y Análisis del CES, la institución apunta que es "preocupante que, en el marco de la comleta delegación de la política monetaria, la inflación española supere ampliamente y de manera habitual la inflación media registrada en la eurozona".

A finales de 2002, España tenía un diferencial de inflación con los 12 países de la zona euro de 1,7 puntos, ya que cerró el ejercicio con un IPC del 4%, mientras que la eurozona lo hizo en el 2,3%. En 2001, el diferencial era de sólo 0,8 puntos.

Esta circunstancia, según el CES, "supone un empeoramiento de la posición competitiva española en el maco de la Unión Europea. En concreto, la inflación española fue casi cuatro veces superior a la alemana y algo menos del doble de la francesa".