A juicio del Cermi, para que la accesibilidad "sea universal" y se aproveche el potencial de prestaciones que la TDT aporta respecto de la televisión analógica, han de adoptarse "una serie de decisiones políticas y técnicas que preparen el camino para que este medio nazca sin barreras para las personas con discapacidad".

Según el estudio "Accesibilidad de la Televisión Digital para las Personas con Discapacidad", editado por esta organización, la accesibilidad de la TDT debe extenderse a los contenidos, es decir, a la programación audiovisual, a través de la universalización de la subtitulación, la emisión en lengua de signos y la audiodescripción.

Además, considera que este medio "ha de comprender los elementos de interacción entre el sistema y el espectador", como el mando a distancia, los menús de navegación o el receptor.

Para el Cermi, los esfuerzos realizados hasta ahora por la industria y los operadores son "claramente insuficientes" para conseguir el objetito de una TDT accesible, por lo que "resulta necesario que las autoridades audiovisuales establezcan normas y promuevan programas de investigación que favorezcan la extensión sin exclusiones de la TDT".

El estudio analiza pormenorizadamente las necesidades de las personas con discapacidad y, especialmente, personas con discapacidad sensorial y personas con discapacidad física, en relación con la TDT y el estado de situación de la tecnología para dar respuesta a los requerimientos de este colectivo.

Sobre la base de este informe, este comité insta a los poderes públicos, a los operadores y a los agentes del mercado audiovisual, a los partidos políticos y a los grupos parlamentarios a crear "un marco regulador y operativo que permita que la TDT sea plenamente accesible".