El Iprem fue creado en el año 2004 y en ese momento su importe coincidía con el del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), que hacía las veces también de indicador a efectos sociales, pero desde entonces se han separado notablemente en detrimento del Iprem al no actualizarse sus cuantías de modo paralelo.

El importe mensual del Iprem en 2024 es de 600 euros, mientras el del SMI asciende a 1.134 euros, casi el doble, tras las importantes subidas de los últimos años.

La última actualización del Iprem, que ha de hacerse en la Ley anual de Presupuestos Generales del Estado, es del año 2022, en que se incrementó muy levemente, tras varios años de subidas exiguas o incluso permanecer inalterado. Justo en estos últimos años, el aumento del coste de la vida, con una inflación desbocada, ha sido considerable, sin que apenas haya tenido impacto en el Iprem.

La no actualización del Iprem conduce a que en aquellas prestaciones sociales en las que este indicador constituye la referencia de acceso en función de la capacidad económica, se castiga a las rentas medias-bajas, que siempre quedan fuera por la escasa cuantía del índice.

Por estos motivos, el Cermi exige que en la próxima Ley de Presupuestos Generales del Estado para 2025 el Iprem experimente un incremento considerable y que en todo caso esta subida siempre tenga efectos favorables para las personas y familias en su acceso a las distintas prestaciones sociales.