El acto tuvo como objetivo visibilizar las reivindicaciones de las mujeres y niñas con discapacidad y de sus madres y cuidadoras, así como denunciar la doble discriminación que sufren.

Bajo el lema ‘Yo sí te creo’, Cermin puso el foco en la necesidad de escuchar y dar validez a los testimonios de las mujeres con discapacidad, a fin de garantizar su participación plena en todos los ámbitos de la sociedad.

Durante la concentración, se llevó a cabo la lectura del manifiesto por parte de mujeres con discapacidad y madres de personas con discapacidad. Entre otros puntos, el texto destacó "las barreras estructurales" que impiden su plena inclusión en la sociedad.

La falta de accesibilidad universal sigue siendo una realidad que excluye a muchas mujeres con discapacidad de la educación, el empleo y la participación social, limitando su derecho a decidir sobre su propio futuro. Además, la precariedad laboral y la discriminación en el acceso al trabajo son "otros obstáculos que disminuyen las oportunidades" en el mercado laboral de las mujeres con discapacidad.

Otro de los aspectos abordados fue la insuficiencia de apoyos para la conciliación de la vida laboral y familiar, lo que genera una sobrecarga en madres y cuidadoras y les obliga en muchos casos a reducir su jornada laboral o incluso abandonar sus carreras profesionales.

También denunciaron "el cuestionamiento constante" de la capacidad de decisión de las mujeres con discapacidad sobre sus propios cuerpos y proyectos de vida, enfrentándose a "actitudes paternalistas" que restringen su autonomía.

Cermin reiteró la importancia de seguir promoviendo "medidas concretas que permitan avanzar hacia una sociedad verdaderamente inclusiva, feminista y libre de discriminación", e insistió en que las políticas públicas incorporen una perspectiva de género y discapacidad para garantizar que estas situaciones de exclusión y discriminación sean erradicadas.