En un comunicado Cermi Comunidad de Madrid lamenta que estas denuncias no hayan provocado "la más mínima respuesta y asunción de las responsabilidades por parte de Metro de Madrid que, como servicio de transporte público, ha de considerar la no exclusión de los ciudadanos entre sus fines y obligaciones básicas".

Asegura que los ascensores averiados continúan sin funcionar días y semanas; la megafonía del interior de los trenes lo hace de manera aleatoria; las rampas desplegables que permiten salvar la distancia entre el vagón y el andén jamás se despliegan; la leyenda "apertura fácil" sobre las puertas de acceso a vestíbulos, "precisamente las más pesadas, parece corresponder al mal gusto", o que los recorridos marcados por pavimentos guía, instalados "con el máximo acierto" por el Consorcio de Transportes en los nuevos intercambiadores, no encuentran su continuidad hasta los tornos de entrada a Metro.

También denuncia que el diseño de los "puestos de atención al viajero" que inflinge "de manera flagrante" las normas de obligado cumplimiento en cuanto a accesibilidad, resulta "absolutamente indeseable" y, así, un largo etcétera cuya descripción puede ser recogida con detalle "por aquél que lo desee realizando una sola visita a las instalaciones de Metro".

"Todo ello", prosigue el comunicado, "aderezado con la falsedad que se desprende de la 'publicitación' de buena parte de estas medidas, realmente no disponibles, en la nueva página web de Metro puesta en funcionamiento en fechas recientes en un intento absolutamente rechazable de 'lavado de cara' de sus responsables".

Ante esta situación, el Comité de Entidades de Representantes de Personas con Discapacidad de la Comunidad de Madrid "sigue sin recibir ninguna explicación por parte de la dirección de Metro que muestra inacción y menosprecio hacia el movimiento asociativo de personas con discapacidad y hacia sus representantes, dejando de atender sus lógicas y justas reivindicaciones".