Con esta modificación, se extiende el ámbito de aplicación del IVA superreducido (4%) a cualquier clase de vehículo a motor, adaptado o no adaptado, siempre que se destine habitualmente al transporte de personas con discapacidad, usuarios de sillas de ruedas o con movilidad reducida, con independencia de que sea o no la propia persona con discapacidad la que conduzca el vehículo.

Hasta ahora, el IVA superreducido sólo se aplicaba a los vehículos cuyo conductor era discapacitado y no a los automóviles destinados al transporte de cualquier persona con problemas de movilidad.

La modificación legal aprobada con carácter definitivo ha sido muy bien acogida en el sector de la discapacidad "por cuanto supone un avance respecto de la situación actual", señala el CERMI en un comunicado.

Para las personas con discapacidad que presentan reducción de movilidad, que serán los beneficiarios del cambio legislativo ahora aprobado, el uso de vehículos a motor resulta esencial para llevar una vida normalizada y plenamente participativa, por lo que los poderes públicos deben facilitar con ventajas fiscales la adquisición, adaptación y reparación de dichos vehículos, continúa la citada plataforma representativa de las personas discapacitadas.

Además, agrega el CERMI, muchas personas con movilidad reducida no pueden utilizar generalizadamente los transportes públicos por carecer de condiciones de accesibilidad, por lo que deben acudir necesariamente al transporte privado en su propio automóvil.

Otro aspecto digno de consideración, concluye el Comité, es que una persona con discapacidad paga, como media, un 20% ó un 30% más, del valor del vehículo que abona cualquier ciudadano, como consecuencia de las adaptaciones técnicas que debe realizar en su automóvil, a las que, además, se les venía aplicando también un 16% de IVA.