Según informó hoy la Jefatura Superior de Policía, los dos individuos considerados cabecillas de la banda, Antonio López Centeno de 52 años, y Antonio Manuel López, de 70, fueron juzgados y condenados a muerte en 1973 por el asesinato en Madrid de marqués de Valencina. Pocos meses después, el general Francisco Franco, anterior jefe del Estado, les indultó.

Los restantes miembros del grupo, que tienen,a simismo, un amplio historial delictivo, son Jesús Paredes Durán, de 53 años; Luis Miguel Izquierdo Rojo, de 30; María del Pilar Cabanillas de la Peña, de 38, y María Dolores Sereno Cerro, de 33.

Según la policía, con estas detenciones culminan una investigación de varios meses desarrollada por inspectores del Grupo IX de la Brigada de Polica Judicial.

El "modus operandi" de la banda, que actuaba en toda la península, consistía en abrir las cartas que robaban y falsificar los talones bancarios.

Los "cerebros" lavaban los documentos, alterando la identidad del titular y los cobraran por medio de terceras personas, en ocasiones, ajenas al fraude.

Asimismo, utilizaban otro procedimiento: con la documentación bancaria en su poder, falsificaban firmas, solicitaban talonarios y extendían esos cheques contra cuentas de empresas.

ara llevar a efecto las sustracciones, tanto en buzones de uso exlusivo de los carteros como por los ciudadanos, los delincuentes disponían de llaves maestras, que los policías también intervinieron.

La organización delictiva contaba con tres automóviles con matrículas falsas, de las marca "Renault", con los que viajaban a distintas capitales españolas.

Según las mismas fuentes policiales, de las cartas recuperadas, unas 500 habían sido robadas en Sevilla.

Los 14 talones que estaban manipulaan, las máquinas para su falsificación y los dos millones de pesetas incautados han quedado a disposición judicial.