Moreno se mostró convencido e que esa medida, confirmada la semana pasada por el ministro de Trabajo, Luis Martínez Noval, no tendrá una especial trascendencia, ya que el problema migratorio se plantea entre el conjunto de la CE y los terceros países menos desarrollados.

A su juicio, la libre circulación de mano de obra no tendrá un efecto negativo en las posibilidades de encontrar trabajo de los profesionales cualificados "porque ese colectivo siempre ha tenido mucha movilidad, con mercado común o sin él".

En cuanto al reso de los trabajadores, podrían verse amenazados por la competencia de países terceros del Norte de Africa y otras zonas subdesarrolladas, pero no por la afluencia desde otras naciones comunitarias mayoritariamente más desarrolladas que España.

Moreno señaló que hace más de tres años que representantes de la CEOE y los sindicatos estudian en comisiones creadas por el INEM los sistemas de homologación de cualificaciones de los trabajadores extranjeros, sin que se planteen grandes problemas.

Sin embrgo, el adelantamiento de la libre circulación de mano de obra del 1 de enero de 1993 al 1 de enero de 1992 ha suscitado la oposición sindical.

CCOO, según manifestó recientemente su secretario general, Antonio Gutiérrez, considera que la libre circulación debe posponerse hasta que haya una Carta de Derechos Sociales con rango de directiva comunitaria en la que se expresen los derechos mínimos de los trabajadores empleados en la CE, independientemente de su nacionalidad de origen.