Estas dos iniciativas fueron llevadas hoy a este órgano por el presidente de la patronal, José María Cuevas, tras reaparecer después de recuperarse de una dolencia que provocó su hospitalización. Los nuevos Estatutos sustituyen a los actuales, que datan de 1977.

Entre las principales novedades del nuevo Estatuto de la CEOE figuran el impulso de la figura de los vicepresidentes, de entre los cuales puede salir el sucesor del presidente en caso de renuncia, y la ampliación de facultades de esta confederación empresarial para poder expulsar de su seno a alguna de sus organizaciones miembros.

Además, se elimina el tope de vicepresidentes, con lo que podrán ser más de los 11 actuales. En caso de que renuncie el presidente -el mandato de Cuevas expira el 16 de febrero de 2010-, su sucesor será elegido únicamente por los vicepresidentes de entre uno de ellos. El mandato del nuevo presidente será de cuatro años.

Otra de las novedades es que el presidente de la CEOE podrá elegir hasta cinco personas de relevancia pública para que formen parte de la Asamblea, la Junta Directiva o el Comité Ejecutivo, si bien no podrán participar en los procesos electorales.

BUENAS PRÁCTICAS

Por otro lado, el nuevo Código de Buenas Prácticas recoge que las posiciones de las organizaciones que integran CEOE habrán de expresarse, "en primer lugar", ante sus órganos de gobierno a través de varias fórmulas, como "alegaciones razonadas, reserva de voto o voto particular en que se razone la discrepancia".

En caso de que los afiliados se vean en la imposibilidad de cumplir los Estatutos o el Código, se les pide que dimitan de su cargo en la patronal.

El objetivo de estos dos instrumentos es hacer frente a las eventuales disensiones en la organización e intentar canalizar por vías internas los conflictos que puedan producirse.

De este modo, se pretenden evitar situaciones como las duras críticas lanzadas contra Cuevas cuando mostró su rechazo al Estatuto de Cataluña o la OPA de Endesa sobre Gas Natural, que calificó como "OPA a la catalana".

Este hecho desembocó en que el presidente de la patronal catalana Cecot, Antoni Abad, que formaba parte de los órganos de dirección de la CEOE a propuesta de Fomento del Trabajo, abandonara la confederación.