La función del centro, de referencia regional, es atender a parejas con problemas de esterilidad y estudiar el tratamiento y la técnica de reproducción adecuada para cada caso mediante exploraciones y análisis previos.

Una vez que la pareja acude al centro y es diagnosticada la posible causa de infertilidad, se opta por la estimulación ovárica, por la inseminación artificial o por la fecundación in vitro. En el caso de que la técnica de la estimulación ovárica resulte fallida, el siguiente paso será la inseminación artificial, y, en el caso de que ésta tampoco dé resultado, se aplicará el tratamiento para la fecundación in vitro.

La media de visitas para cada proceso de inseminación es de cuatro a cinco. Dada su mayor complejidad, la fecundación in vitro requiere consultas iniciales para actualizar pruebas y explicar el proceso, además de unas seis o siete visitas para controles ecográficos y hormonales y, por último, la realización de la punción folicular (pequeña intervención quirúrgica para extraer los óvulos) y la transferencia embrionaria (depósito, en la cavidad uterina, de los embriones obtenidos en el laboratorio).

Hasta este momento han sido llamadas cien parejas para recibir tratamiento de fecundación in vitro, y hay un total de 326 parejas en lista de espera para esta misma técnica. Asimismo, el Centro Extremeño de Reproducción Humana Asistida presta otros servicios como la congelación de embriones, que se realiza sólo después de un proceso de fecundación in vitro, y el banco de semen para enfermos oncológicos.