El complejo, de características similares al de La Vaguada en Madrid, fue inaugurado hoy en un acto que contó con la asistencia de cerca de 4.000 personas, según los organizadores.

El alalde de Barcelona, Pasquall Maragall, vaticinó el éxito del centro comercial, ya que su ubicación y concepto crean "un ambiente favorable para la inversión, tanto en cantidad como en calidad".

Las personalidades del mundo político y social de Cataluña disfrutaron durante el acto de una actuación del grupo teatral Els Comediants que apenas duró cinco minutos, cargado de emoción para los barceloneses, que vieron retornar el barquito de Cobi, desaparecido en el cielo durante la ceremonia de clausura de ls Juegos Olímpicos del 92.

L'Illa es, junto al hotel Arts, la principal operación inmobiliaria privada surgida en Barcelona al amparo de los Juegos y dispone de una superficie de 35.000 metros cuadrados entre las calles Numancia, Entença y Deu i Mata.

El diseño del complejo fue adjudicado a los arquitectos Rafael Moneo y Manuel de Solá-Morales, que idearon un edificio que adopta la forma de un rascacielos acostado, con una fachada de 334 metros de longitud.

El centro se aglutina entorno a do grandes superficies: la primera sucursal de los almacenes británicos Marks & Spencer en Cataluña y un supermercado de tres plantas de la cadena Caprabo.

Marks & Spencer ha invertido en el proyecto unos 1.000 millones de pesetas y su local ocupa unos 6.000 metros cuadrados para ofrecer artículos similares a los dos establecimientos existentes en Sevilla y Madrid.

El resto del espacio comercial se reparte en más de 100 tiendas, la mayoría dedicadas a la venta de ropa y complementos. Asimismo, el cntro dispone de lo que se ha denominado Centro Privado de Alimentación, un mercado con más de 60 paradas.

La contratación del espacio comercial ha sido llevado a cabo por la empresa francesa Sociedad de Centros Comerciales (SCC), que gestiona, entre otros, La Vaguada y el Palau de Mar, en Barcelona.

Tras la puesta en marcha del área comercial, los promotores impulsarán la contratación de las oficinas, que ocuparán 48.000 metros cuadrados repartidos en siete bloques. En 1995, L'Illa abordará su úlima fase con la construcción de un edificio que será utilizado como centro de convenciones.