A su juicio, "frente a las estimaciones que se hacían en los últimos meses del año, a consecuencia de la crisis del Golfo y el encarecimiento que pudieran provocar los suministros petroleros, el resultado obtenido puede valorarse muy positivamente".

El Central señala que "la evolución de los precios relativos, frente a los países de la Comunidad Económica, arroja a fin de año un diferencial en torno a 0,8 puntos frente a 1,6 puntos de 1989".

"Las expectativas oficiales de precios para 199 ", añade, "se cifran en el 5 por ciento, tasa que se considera coherente con una política de moderación de la inflación, que no debe originar perturbaciones adicionales sobre el empleo".

No obstante, el banco destaca que los buenos resultados de la inflación del ejercicio pasado se han conseguido a costa de un agudo enfriamiento de la actividad económica.

Este enfriamiento se pone de manifiesto en la demanda de los particulares, claramente reflejada en la baja de matriculaciones de vehículos, venas de bienes duraderos, ventas a plazos y caída en las adquisiciones de viviendas.