Las cenizas de Piña llegaron a la localidad manchega en una urna pequeña y negra procedentes del crematorio madrileño de La Almudena y fueron depositadas en una sepultura de tres cuerpos adquirida por la familia.

La fosa está ubicada en la zona 20 del camposanto, espacio de reciente creación, en la que solo descansan los restos del diseñador, cuya despedida tuvo un carácter privado, con la asistencia de los familares más allegados.

Manuel Piña falleció en la madrugada del pasado sábado a los 50 años en su localidad natal a consecuencia del sida. Hace un año él mismo hizo público que padecía la enfermedad. Desde abril residía en Manzanares, junto a su madre, quien le acompañó en los últimos momentos.