En rueda de prensa, Guillén explicó que Marina Castaño acompañó hasta el último momento al escritor y "mantuvo la última conversación cn su marido, ayer a las seis de la tarde, donde le dijo lo mucho que la quería y dio un viva a Iria Flavia".

La capilla ardiente con los restos mortales de Cela, instalada en la clínica en la que murió, permanecerá abierta a familiares y amigos hasta las ocho de la tarde de hoy, momento en el que trasladarán el cuerpo del escritor a su villa natal, Iria Flavia (La Coruña), donde será enterrado hacia las cinco de la tarde de mañana.

El doctor Guillén comentó que, en una de las últimas conversacions que mantuvo con Cela, "me pidió que cuidara a su esposa Marina", ya que, según dijo el escritor, "es algo más frágil de lo que parece". "Cuidarla, porque esta criatura se lo merece", le dijo Cela al médico.

Según explicó el doctor Guillén, "Cela ingresó el lunes en la clínica por encontrarse muy fatigado, razón por la que el equipo médico decidimos realizarle un estudio por medio de electrocardiogramas y ecografías".

"El paciente llevaba un marcapasos desde hace años y arrastraba una enfermedadcardio pulmonar que ha ido deteriorando su estado físico hasta desembocar en su muerte natural", añadió el doctor Guillén.